Reconocer, prevenir y afrontar el estrés académico
El estrés académico es la reacción normal que tenemos frente a las diversas exigencias y demandas a las que nos enfrentamos en la Universidad, tales como pruebas, exámenes, trabajos, presentaciones, etc. Esta reacción nos activa y nos moviliza para responder con eficacia y conseguir nuestras metas y objetivos. Sin embargo, en ocasiones, podemos tener demasiadas exigencias al mismo tiempo, lo que puede agudizar la respuesta y disminuir nuestro rendimiento.
Estresores académicos
Las exigencias que pueden dar origen al estrés son de dos tipos:
- Exigencias Internas: es decir, las que nos realizamos a nosotros mismos cuando somos muy autoexigentes, tenemos altas expectativas de logro, necesitamos mantener el control y nos esforzamos en ellos, entre otros.
- Exigencias Externas: es decir, las que nos va presentando nuestro entorno, dentro de las cuales destacan tener que entregar trabajos y rendir pruebas y exámenes en un tiempo acotado; realizar trabajos en grupo; exponer frente al curso (disertaciones); no entender contenidos abordados en la clase; tiempo limitado para las obligaciones académicas, entre otros.
Estresores no académicos
(Adaptado y traducido de: ACC, 2015. The Social Readjustment Rating Scale An inventory of common stressors)
Además de lo académico, debemos considerar una serie de situaciones vitales que nos estresan y que repercuten también en nuestro estado emocional y físico. A continuación se presenta una adaptación de la escala de Holmes y Rahe, con el listado de situaciones estresantes más comunes:
- Separación
- Lesión o enfermedad personal
- Matrimonio
- Despido del trabajo y/o cesantía
- Reconciliación de pareja
- Cambio de salud de un miembro de la familia
- Adicción y/o alcoholismo (propio o de cercano)
- Embarazo
- Incorporación de un nuevo miembro a la familia
- Muerte de un amigo
- Problemas legales
- Comienzo o fin de etapa académica
- Cambio en las condiciones de vida
- Cambio de residencia
- Cambio de actividades sociales
- Cambio de hábito de dormir
- Cambio de hábitos alimentarios
- Vacaciones
¿Cómo se manifiesta el estrés?
Una vez que has identificado las situaciones que te generan estrés, es importante reconocer cómo reacciones frente a ellas; qué efectos generan en tu organismo y en tus emociones.
Aunque inicialmente el estrés es normal y provechoso, ya que nos ayuda a activarnos para poder responder a las demandas y exigencias del medio, con el tiempo nuestro cuerpo y nuestra mente se van agotando y comienzan a disminuir en su rendimiento.
Para prevenir esta baja en el rendimiento debemos regular la cantidad de tiempo que nos mantenemos funcionando bajo altos niveles de exigencia, fase a la que se denomina resistencia, que se ve seguida de la fase de agotamiento.
Si, a pesar del agotamiento, no nos detenemos a descansar y hacer una pausa para recuperar energías, nuestro organismo podría entrar en una fase de cronificación de las manifestaciones de la fase de agotamiento del estrés.
Estas manifestaciones pueden darse en diversos ámbitos -físicas, psicológicas y en la conducta- y es importante reconocerlas para irlas identificando en la medida en que van apareciendo y así poder tomar medidas preventivas.
FASES:
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